El agua de coco es una bebida ofrecida en muchas culturas como fuente nutritiva, medicinal o para hidratación de bebés y adultos, pero en la alimentación infantil debemos tener en cuenta varios aspectos
Lo primero es recordar que el agua es la mejor bebida para hidratar a tu hijo y debe ser ofrecido a libre demanda desde los seis meses, es decir, el bebé escogerá la cantidad que necesita siempre que se lo ofrezcamos frecuentemente y lo tenga a mano
Referente a su contenido nutricional, el agua de coco contiene 94% de agua y 5% de hidratos de carbono, estos últimos en forma de glucosa, fructosa y sacarosa.
También contiene potasio, sodio, magnesio, calcio, manganeso, vitamina C, vitaminas del complejo B y aminoácidos. Como su concentración de potasio es alta, no debes exceder la cantidad máxima de 120 ml por día.
¿Cuándo ofrecerla?
Nunca antes del primer año de vida, al igual que los zumos de frutas porque puede interferir en la aceptación del agua o tomas de leche materna
Después de los 12 meses puedes ofrecerla en un vaso normal de boca ancha:
- Siempre de forma natural.
- Si es industrializada revisa su etiqueta para garantizar que solo posee agua de coco y vitamina C (que actúa conservante natural).
- No debe contener azucares añadidos.
- Ofrécela recién extraída del coco, pues una vez fuera de su ‘estuche natural’ se oxida rápidamente y cambia de sabor.
Recomendaciones finales:
- El agua de coco nunca debe sustituir las tomas de leche materna o formula infantil dentro de la alimentación del bebé
- La recomendación actual es introducir a partir de los 12 meses y nunca exceder los 120ml por día, equivalente a medio vaso