Los derivados lácteos como yogurt o queso fresco se pueden ofrecer al bebé a partir de los 9-10 meses, pero de forma puntual, pues hasta después de los 12 meses es que es recomendable incorporar los lácteos en la dieta.
Hablemos hoy del yogurt que es un alimento nutricionalmente interesante y muy versátil para combinarlo con otros alimentos saludables
Propiedades:
- Es un alimento de densidad calórica baja: alrededor de 60-70 kcal/100 gr
- El calcio es fácilmente absorbible en cantidad considerable.
- La proporción entre proteínas, hidratos de carbono y grasa es bastante equilibrada.
- Los Lactobacillus y Streptococcus que intervienen en su formación, aportan beneficios para la salud.
- Al tener la lactosa en gran parte transformada en ácido láctico, lo pueden comer la mayoría de niños que tienen intolerancia a la lactosa.
¿Cómo escoger un buen yogurt para bebés?
- Debe ser yogurt natural
- Sin azúcares aficionados
- Sin saborizantes
Puedes a adicionar frutas frescas troceadas o frutos secos molidos y de esta forma enriquecer su sabor y valor nutricional.
Dra. Mayerling Zabala
Pediatra especialista en alergias y nutrición infantil